El director regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Bío Bío, Jaime Peña Cabezón, visitó el Centro de Rescate de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción (sede Chillán), lugar donde se encuentra un ejemplar de cóndor, Vultur gryphus, en tratamiento y recuperación, luego que fuera rescatado por una vecina del sector Los Sauces, en la comuna de San Fabián de Alico.
“Esta ave fue encontrada cerca de la casa de una vecina, quien se dio cuenta que no estaba en buenas condiciones, presentaba vómitos y no podía volar, por lo cual llamó al SAG y gestionó su rescate. Por ello le agradecemos su preocupación por este ejemplar, el cual se encuentra protegido por la Ley de Caza, ya que es una especie beneficiosa para la actividad silvoagropecuaria y para la mantención del equilibrio de los ecosistemas”, dijo Peña.
Sobre la condición de salud de la ejemplar, la encargada del Centro de Rescate, Paula Gallegos, explicó que “se trata de una hembra adulta, con una edad mínima de siete años y un peso de 11 kilos 200 gramos, la cual se encontraba muy débil al momento de su rescate, por lo que al momento de su ingreso se le realizó un examen clínico, que consiste en toma de radiografías y muestras de sangre para hemograma y coagulación, arrojando esta última una posible intoxicación por rodenticida, por lo cual se decidió aplicar suero y un tratamiento paliativo, el que se extenderá por un mes aproximadamente”.
Además, el director regional del SAG llamó a la ciudadanía a hacer un buen uso de los rodenticidas, que es una de las posibles causas de intoxicación. Agregó que el cóndor “ahora está en estado de estabilización, pensamos que lo podemos trasladar en un mes más a un lugar especializado en rehabilitación de cóndores en Talagante y que en caso de encontrar algún ejemplar fuera de su hábitat natural o que esté herido, hacer la denuncia al SAG o Carabineros, para coordinar su rescate”.
El cóndor, catalogado como especie rara en la zona sur del país, se distribuye en la cordillera de Los Andes. Es una de las aves voladoras más grandes, con un largo de entre 100 y 120 cm y una envergadura de hasta tres metros, además de su característico collar de plumas blancas. Excelente voladora, sabe aprovechar a la perfección las corrientes de aire ascendente, pudiendo tener interminables planeos que le permiten cruzar valles y montañas sin mover sus alas. Se alimenta principalmente de carroña, animales muertos que logra ubicar desde las alturas debido a su vista extraordinariamente aguda. Una característica es que al no ser un ave cazadora no posee las típicas patas de éstas, con dedo trasero desarrollado y prensil y uñas curvas, largas y puntiagudas; sino que las uñas son romas y poco curvadas y el dedo trasero poco desarrollado y a diferente plano con respecto a los dedos delanteros, siendo sus patas más similares a las patas de las gallinas.