Una histórica liberación, nunca antes realizada en Chile, realizó el Servicio Agrícola y Ganadero de la región de Coquimbo, al devolver a su hábitat natural a 50 “arañas pollito” que fueron decomisadas a un vendedor de la Región Metropolitana quien no pudo acreditar su origen. Las arañas de la familia Theraphosidae pertenecían a la comuna de Punitaqui, por lo que fueron liberadas en el mismo sector.
El entomólogo del laboratorio SAG de la Región Metropolitana y que estuvo a cargo de la liberación de las arañas, César Palma, señaló que “lo primero fue determinar el área específica de donde es esta especie que corresponde a la Grammostola rosea en la variedad nortina. Concluimos que pertenecían a la zona específica de Punitaqui, variedad que fue reconocida a través del color específico de la especie”.
Por su parte, el director regional del SAG, Jorge Fernández, explicó que “esta especie es protegida por la Ley de Caza, ya que es un gran aporte al equilibrio del ecosistema al ser un controlador biológico. Además, se ha visto fuertemente amenazada por la fragmentación de su hábitat natural y por la gran presión de captura para ser exportada por miles y comercializadas como mascotas, en muchos casos a través del mercado negro”.
Asimismo, el Seremi de Agricultura, Andrés Chiang, agregó que “el SAG es el organismo encargado de fiscalizar el cumplimiento la Ley de Caza y su reglamento; dentro de sus atribuciones están el decomisar aquellos ejemplares que han sido extraídos del medio silvestre transgrediendo lo estipulado en la legislación vigente, como es el caso de estas arañas. Esto es parte del compromiso de nuestro gobierno de defender la flora y fauna de nuestra región”.
En el caso de este grupo de artrópodos, aquellos ejemplares decomisados deben ser devueltos a su hábitat, para lo cual hay que respetar una serie de protocolos que van directamente relacionados con las características propias de la especie. Dentro de ellos está la distribución geográfica y su comportamiento y biología, ya que las especies de este grupo son depredadoras y territoriales. Por eso, para la liberación de estos 50 ejemplares los funcionarios del SAG debieron soltarlas una a una en diferentes puntos de la comuna, a una distancia de entre 5 y 10 metros una de otra, ya que al ser una especie carnívora podían atacarse. Sin embargo, es una especie inofensiva para los seres humanos.