Una excelente noticia para el sector agrícola dio a conocer el Ministerio de Agricultura, a través del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), al registrar durante esta temporada una disminución en las capturas de la plaga Lobesia botrana, más conocida como “polilla del racimo de la vid” en la Región de Coquimbo, la cual disminuyó en un 65% respecto de la temporada pasada.
Desde el SAG explican que durante el periodo 2017-2018, que contempla desde septiembre 2017 a la fecha, se han registrado un total de 32 capturas de Lobesia botrana, lo que se traduce en una significativa disminución en relación a la temporada 2016-2017, cuando se registró un total de 92 capturas.
Al respecto, el Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, señaló que “como Ministerio de Agricultura estamos muy contentos con la información que está entregando el Servicio Agrícola y Ganadero respecto de la disminución en las capturas que hemos tenido a nivel regional. Esta noticia es muy importante porque la Lobesia botrana es una plaga cuarentenaria, originaria de Europa, por lo tanto, su presencia daña nuestra imagen país, no sólo para los productores de uva de mesa y de vino, sino también como exportadores de fruta”.
El Director Regional (s) del SAG, Gonzalo Vega, agregó que “el SAG ha tomado diversos resguardos para evitar que esta plaga afecte a la productividad del sector agrícola, como la instalación de más de tres mil trampas en la región, además de diversas medidas de control químico y mecánico, que implican desde descarga de uva y poda, hasta la instalación de dispositivos de confusión sexual, medidas que han sido efectivas y que nos acercan a la meta de erradicar esta plaga de la región”.
Actualmente en la Región de Coquimbo existen 17 áreas reglamentadas, de ellas tres se encuentran en la Provincia de Elqui, siete en Limarí y siete en Choapa. “La importancia de generar estas áreas cuarentenadas radica en evitar la propagación de la plaga a través del traslado de fruta o materiales, ya que ésta afecta fuertemente a los productores de vid, puesto que el insecto daña los viñedos al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas”, explicó el Director (s) del SAG.
El Seremi de Agricultura agregó que “es por ello la relevancia de la información que está entregando el SAG, porque además implica que cuando se detecta esta plaga hay un protocolo que se debe aplicar, lo que aumenta los costos de producción, además de las fiscalizaciones, lo que causa algunas dificultades a nivel país. Es por esto que hacemos un llamado a los agricultores a apoyar y cooperar con el SAG para el trabajo que estamos realizando para el control de esta plaga”.
Dentro de las medidas tomadas por el Servicio en las áreas reglamentadas ubicadas en centros urbanos, se encuentra la realización de aplicaciones químicas, además de control mecánico lo que implica poda, descarga de uva y destole.
En las áreas rurales, el SAG realiza una fiscalización permanente de las aplicaciones químicas en los predios ubicados dentro de la zona de control, lo que tiene por objetivo velar porque se realicen bajo las normativas vigentes que permiten controlar la plaga adecuadamente.