El Servicio Agrícola y Ganadero de la Región Metropolitana ha detectado un incremento en las denuncias por avistamiento e ingreso de zorros a zonas urbanas, situación que puede ser de riesgo tanto para personas como para estos ejemplares protegidos por la ley 19.473. Es importante señalar que históricamente estos ejemplares, en especial los zorros culpeos, se han movido hacia zonas urbanas precordilleranas o rurales debido principalmente a la pérdida de hábitat y al carácter oportunista que destaca a este animal.
“También hay que considerar que la sequía está afectando la zona central de nuestro país, en donde las presas naturales de esta especie han migrado en búsqueda de agua y praderas verdes, lo que trae por consecuencia también la migración de zorros que ven la oportunidad de alimentarse con los desechos domiciliarios, alimento en pellet dispuesto en los patios, parcelas o empresas”, comentó Julio Bustamante, fiscalizador SAG del Área Vida Silvestre.
Es así como factores climáticos y el acercamiento de la urbanización al hábitat de este canino, han llevado a que más personas puedan encontrarse con uno de ellos. Esto pone en peligro a la especie, pues muchas veces -con la intención de ayudar al animal- la gente lo alimenta, lo cual trae consecuencias negativas irreparables: enfermedades y conducta de domesticación inmediata, ya que disminuye su comportamiento de caza.
¿Qué hacer ante la presencia de un zorro?
Previo a ponerse en contacto con el SAG, es importante contar con algunos datos que permitirán atender de mejor manera la denuncia y evaluar si es necesario acudir a terreno.
- Observar el estado físico y la condición general del ejemplar. ¿Tiene alguna herida visible? ¿Tiene dificultades para desplazarse?
- Descripción del área donde se encuentra y su entorno.
- Analizar si existen riesgos, tanto para el ejemplar como para personas, en el lugar (presencia de perros, cercanía a lugares como colegios, etc.).
La Coordinadora del Área Vida Silvestre del SAG Metropolitano, Katherine Daza, recordó que el zorro es un animal protegido por la ley de caza y su reglamento, debido a su aporte en el ecosistema. “El zorro culpeo y el chilla son especies protegidas por el Estado de Chile, esto quiere decir que está prohibida su caza y su captura. Esta especie cumple un rol de depredador tope, junto con el puma, y está catalogada como benéfica para la mantención del equilibrio de los ecosistemas naturales”, comentó la profesional.