El llamado es ir a los establecimientos legales, porque hay todo un modelo de más de seis mil fiscalizaciones, desde los mataderos, el transporte a los puntos de comercialización en que el SAG hace cumplir la ley de etiquetado y sanidad de las carnes rojas”, sostuvo el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela tras participar en una jornada de fiscalización, junto al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), tras lo cual formuló un llamado a comprar la carne para estas Fiestas Patrias en lugares establecidos.
Por su parte, la directora nacional (S) del SAG, Andrea Collao, detalló que el SAG “realiza procesos de fiscalización a lo largo del año, que se enfatizan en septiembre, por las Fiestas Patrias, y hoy estamos viendo si es que en el punto de venta se está cumpliendo la normativa vigente. El SAG ve desde el predio hasta el punto de venta, con el objetivo de asegurar al consumidor que está pagando por lo que está comprando. Se pone énfasis en la ley en la garantía que se le da al consumidor final de conocer la identidad y la cualidad del producto cárnico”.
Además, la directora reafirmó el llamado a “consumir en lugares establecidos, donde el SAG ha hecho la cadena de fiscalización en todos los eslabones”.
Las autoridades informaron que para el año 2022, en la Región Metropolitana se programaron 719 fiscalizaciones de las cuales se han efectuado 252 inspecciones, cursándose 37 Actas de Denuncia y Citación (ADC) por infracciones a la normativa vigente.
Las principales causas por las cuales se cursan infracciones en los locales de expendio de carne bovina son por problemas en la rotulación de cortes, cambio de cortes, no se anuncia la categoría (tipificación) de carne a la venta, cambio de categoría y que no se diferencien las carnes importadas de las nacionales.
Los infractores se exponen a sanciones que contempla el pago de multas que oscilan entre 1 y 500 UTM ($ 59.595 a $ 29.797.500, valor UTM septiembre 2022) dependiendo de la gravedad del incumplimiento detectado. En caso de reincidencia, el SAG puede ordenar la clausura del local.
El ministro Esteban Valenzuela se refirió también al constante proceso de fiscalización y al buen resultado de esta en los locales establecidos del país. “Nosotros podemos dar fe de que hay un trabajo en todas las regiones que han permitido corroborar que, en general, nuestra cadena es bastante sana, y que solo el 5% tiene algún nivel de multa o de aclaración ante las instituciones y el noventa y tantos por ciento muestra trazabilidad, o sea, que la carne es de la tipología que se dice y que en la compra no le está pasando, como se dice, gato por liebre”, señaló la autoridad.
Proceso de fiscalización
El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, se preocupa de velar por el cumplimiento de esta normativa, poniendo especial atención en el origen y la forma en que la carne bovina se expone a los consumidores para la venta, su tipificación (por ejemplo, categoría “V”), nombre de los cortes, así como también la rotulación del producto tanto nacional como importado. En los locales de expendio, se fiscaliza el cumplimiento de la normativa en vitrinas, cortes envasados (bandejas), rótulos, cartelería, origen y registro de venta. Además, se verifica la documentación tributaria que respalde el origen de las carnes (facturas y guías de despacho).
Cabe señalar que, durante todo el año, los funcionarios del SAG realizan fiscalizaciones a mataderos, plantas despostadoras, frigoríficos, empresas certificadoras, transportes de ganado y de carnes, locales de venta al detalle como carnicerías y supermercados.