Producto de la alta peligrosidad de la plaga forestal Lymantria dispar, también conocida como polilla esponjosa, el Director Regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Biobío, Roberto Ferrada, realizó una positiva evaluación del sistema de detección precoz de ejemplares adultos de la plaga, a través del cual se busca evitar su ingreso a nuestro país.
Al respecto, el directivo destacó que esta plaga es considerada uno de los insectos defoliadores más importantes a nivel mundial, ya que puede atacar a más de 500 especies, por ejemplo, de bosque nativo como coihues, lengas, robles y raulíes, además de otras especies forestales y también frutales como manzanos, arándanos, duraznos, entre otras. Una de las vías de diseminación es a través de las naves de transporte marítimo, por lo que desde el año 2013 el SAG inspecciona los buques provenientes del sudeste asiático, área de riesgo de la plaga, lo que permite interceptar en forma oportuna su presencia al arribo de estas naves, además, cuenta con una red de 166 trampas de feromona, ubicadas en un radio de 7 kilómetros en los puertos de Coronel, San Vicente y Lirquén, las que son revisadas periódicamente por funcionarios/as del Servicio.
“El monitoreo con trampas en la región del Biobío es parte de una estrategia que se complementa con la revisión acuciosa de todos los barcos que vienen de las áreas de riesgo, básicamente de la zona euroasiática, y estos barcos deben contar con una certificación fitosanitaria emitida por nuestro homologo, pero también nuestros/as inspectores/as suben al barco en busca de masas de huevos, estados larvales o adultos de la plaga”, destacó el directivo del SAG.
Agregó que esta especie de polilla aprovecha las estructuras de los buques para su ovipostura y diseminación. Las hembras se ven atraídas por las luces en las cubiertas de los barcos durante la noche y ponen sus huevos sobre sus estructuras, los que pueden permanecer vivos unos 2 años, emergiendo larvas que son transportadas por el viento, gracias a una estructura de seda que producen para ese efecto, llegando a su hospedero para alimentarse y reproducirse.
De acuerdo a los protocolos de inspección definidos por el SAG, cada vez que una nave ingresa a nuestro país, las agencias navieras deben informar su arribo junto con el listado de recalada en puertos de los últimos 24 meses, lo que permite verificar el nivel de riesgo de cada buque, ya que existe una categorización por país definida por la presencia de la plaga, estableciéndose que las naves de riesgo deben venir amparadas por un Certificado Oficial emitido en el último puerto de permanencia o zarpe de la nave localizado en áreas con presencia de la plaga, el cual debe acreditar que la nave se encuentra libre de Lymantria dispar.
En este sentido, el Director Regional del SAG indicó que en la región del Biobío el año 2023 se recepcionaron 10 naves provenientes de área de riesgo alto, 77 naves de área de riesgo medio y 14 de riesgo bajo, no interceptándose en ningún estado la plaga. Asimismo, recordó que desde el año 2013 se han inspeccionado 868 naves, realizando 15 intercepciones de la plaga.
En caso de detección de masas de huevos o estados inmaduros de la plaga, el SAG dispone las medidas definidas para evitar su ingreso al territorio nacional, que consiste en la emisión de una orden de tratamiento, el cual debe ser realizado por una empresa autorizada por el Servicio y comunicado a las autoridades competentes, una vez finalizado se procede a una nueva inspección por parte de los funcionarios/as del Servicio Agrícola y Ganadero.
La Lymantria dispar está catalogada como plaga cuarentenaria ausente en Chile y a partir del 30 de julio de 2013 el SAG estableció requisitos fitosanitarios específicos para las naves de transporte marítimo (naves de carga, pesqueras, de turismo, científicas y de pasajeros) que hayan zarpado o permanecido en áreas con presencia de la plaga.