Pica, Región de Tarapacá, 13 de agosto 2009.- El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), dependiente del Ministerio de Agricultura, presentó en Pica, Región de Tarapacá, un proyecto de control biológico para la mosquita blanca de los cítricos, iniciativa de la cual es responsable y que será ejecutada por el INIA Quilamapu, asociado a la Universidad Arturo Prat.
El proyecto Investigación de Adaptabilidad de Hongos Entomopatógenos en Pica, busca una alternativa de control biológico para esta plaga, que sea inocua para las personas y el medio ambiente.
La investigación busca información del uso de hongos entomopatógenos en la comunidad agrícola de esa ciudad, que permita en un mediano o largo plazo generar la alternativa de control biológico citada, de manera eficiente y sustentable. La mosquita blanca daña a los cítricos afectando la calidad y producción de los árboles.
El lanzamiento del proyecto se realizó en la Municipalidad de la comuna de Pica y contó con la presencia de la SEREMI de Agricultura, Ximena González, el Alcalde de esta localidad, Iván Infante y el Director Regional del SAG, César Cardozo, entre otras autoridades, además de representantes de diferentes asociaciones de agricultores de la zona y de las instituciones involucradas.
Este proyecto es apoyado por el Gobierno Regional de Tarapacá y es desarrollado con aportes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).
Antecedentes del proyecto
El programa tiene como objetivo general la selección, producción, formulación, evaluación y difusión de agentes de control biológico, a base de hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana, Paecilomyces spp. y Metarhizium anisopliae, con el fin de lograr un equilibrio natural de la plaga mosquita blanca algodonosa y así incrementar la calidad y producción de los cítricos en Pica. Esto se realizará mediante pruebas de laboratorio, muestreos, pruebas de campo, encuestas y estudios económicos.
La principal ventaja del uso de hongos entomopatógenos con respecto a los productos químicos es que éstos renuevan su inóculo a partir de insectos muertos y materia orgánica, lo que aumenta su persistencia en el ambiente, además de ser inocuo para el medio ambiente y seres humanos, no afecta a insectos benéficos y no es patogénico para los cultivos.