Asesores técnicos de INDAP y del PRODESAL de la provincia de Osorno fueron capacitados por SAG e INIA respecto a la situación actual, las características biológicas, sistemas de monitoreo y estrategias de control para la mosca de alas manchadas, Drosophila suzukii. Esta es una plaga agrícola que se encuentra ampliamente distribuida en la zona sur, afectando a varias especies frutales y, en las últimas dos temporadas, ha provocado daños considerables en frutales, especialmente en pequeños agricultores. Razón por la cual, el Ministerio de Agricultura, está trabajando de manera conjunta y coordinada, para que los agricultores conozcan la plaga y puedan aplicar medidas de manejo para disminuir pérdidas en la producción.
“Esta mosca se ha adaptado muy bien en la zona, por lo que es necesario que se apliquen medidas de control integrado en las especies frutales que son hospederos de esta plaga, que tiene preferencia por fruta de piel blanda como cerezas, frambuesas, arándanos, frutillas, moras, y también algunas especies nativas como el fruto del Arrayán y la murta”, enfatizó Eduardo Monreal, director regional del SAG.
“La plaga ha demostrado tener una rápida expansión, alta fecundidad y un ciclo de vida corto. Esto debido a las condiciones climáticas, principalmente, temperatura y humedad, sumado a la amplia disponibilidad de hospederos, lo cual permite que pueda tener varias generaciones en el año”, acotó Monreal.
Las hembras de esta especie colocan sus huevos en fruta sana en estado de maduración. Ahí se desarrolla la larva que se alimenta de la pulpa de la fruta, dejándola inutilizada, no comerciable, lo que genera un daño importante a la agricultura familiar campesina.
La autoridad regional del SAG sostuvo que “es probable que la próxima temporada pequeños agricultores vean afectados sus frutales, razón por la cual, se está transfiriendo el conocimiento del SAG y del INIA a los equipos técnicos de INDAP y del PRODESAL para que puedan informar y orientar sobre las medidas de control”.
“De igual modo, los pequeños productores de frutales están conociendo sobre esta plaga y sus medidas de manejo para minimizar pérdidas por fruta en mal estado y no afectar la venta en fresco (ferias) o la producción de mermeladas y conservas, que es el principal destino de esta fruta en la zona. Lo primordial es que los productores de frutales implementen acciones preventivas de manejo contra la plaga, principalmente limpieza de huertos, monitoreo y algún tipo de control químico.
El Seremi de Agricultura, Eduardo Winkler, señaló que “la capacitación de técnicos y profesionales de INDAP, sus extensionistas y PRODESALES en el reconocimiento y las estrategias de control de la “Drosophila suzukii” es muy importante para el Ministerio de Agricultura porque son quienes tienen la relación más cercana y permanente con la pequeña agricultura, porque son los propios agricultores quienes son clave para el control y manejo integrado de esta plaga, que está presente en varias regiones del país y con la que debemos convivir. Junto al Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, INDAP e INIA vamos a fortalecer actividades difusión y capacitación como esta”.
En tanto Patricia Navarro, investigadora de INIA Carillanca, se refirió a las estrategias de control para esta plaga, señalando que, de acuerdo a la experiencia mundial, Drosophila suzukii no es erradicable, de tal modo que los esfuerzos de los países donde está presente se enfocan en el control y manejo para disminuir poblaciones.
Acciones de Vigilancia
El año 2014 el SAG implementó acciones de vigilancia sobre esta plaga en varias regiones del país, lo que permitió detectar su presencia el año 2017, en las regiones de La Araucanía, Los Ríos, y Los Lagos. Se estima que la mosca de alas manchadas ingresó desde Argentina, producto del turismo y el intercambio comercial vía terrestre.
Drosophila suzukii es considerada una plaga emergente e invasiva, que proviene de Asia y que está ampliamente distribuida a nivel mundial. En Chile, actualmente está presente entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos.
En la región de Los Lagos, el SAG, a través de acciones de vigilancia y denuncias ha constatado su presencia en las provincias de Osorno y Llanquihue, también en Chiloé, aunque en menor medida.