Región del Maule.- El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), y la Asociación Gremial de Productores de Huevos (CHILEHUEVOS) organizaron el seminario “Influenza aviar, medidas de prevención ante una amenaza latente”, encuentro en el que participaron productores avícolas de diversos rincones de la región del Maule.
El SAG se encuentra realizando una serie de actividades de vigilancia en la región del Maule, específicamente en los principales humedales existentes en la zona como son Laguna de Torca en Vichuquén, desembocadura del río Mataquito en Licantén, laguna Reloca en Cauquenes, y en otros menores como Boyeruca, Putú, Junquillar, La Trinchera y Ciénaga del Name.
Cabe destacar que esta enfermedad que afecta a las aves, es del género influenza virus A-B-C, de la familia orthomyxoviridie.
Sobre el particular, el Director Regional del SAG, Nicanor Cuevas Dinamarca, expresó “que esta es una enfermedad muy peligrosa que puede afectar gravemente la producción avícola, restringir el mercado y producir la muerte de aves. En Estados Unidos se detectaron 220 focos, los que provocaron la muerte de cincuenta millones de aves, por lo tanto existe un riesgo que las aves migratorias puedan traer la enfermedad a nuestro país”.
Respecto del seminario, el directivo señaló que “esta actividad apuntó a impulsar la vigilancia, prevención, difusión y educación a los productores de aves, a fin de que aumenten sus medidas de bioseguridad para que esta enfermedad no llegue a sus planteles”, indicó.
El riesgo potencial que se presenta para la región está dado por las aves migratorias que viajan desde Norteamérica a América del Sur ocupando tres rutas: océano Pacífico, océano Atlántico y el Continente, descansando muchas de ellas en Tierra del Fuego; aun así, la mayoría desciende en los humedales cercanos a los traspatios de la región, los cuales se encuentran las aves de crianza.
Al respecto, el Encargado Regional de Protección Pecuaria del SAG, Andrés Arbizu, señaló que “en los humedales se ha realizado la caracterización de riesgo. Hemos tomado contacto con todos los tenedores de aves en los alrededores de estos lugares. Los tenemos identificados con la cantidad de gallinas y otras aves domésticas. Están informados si es que tienen algún problema de enfermedad, para darnos cuenta y actuar rápidamente sobre ese foco”.
La bioseguridad es fundamental como prevención ante el riesgo de contraer la influenza aviar, la cual en Estados Unidos ha tenido brotes de H5H8 y H5N2. En un corto tiempo, el desplazamiento de la enfermedad en el país del norte fue de 2.000 kilómetros, generando pérdidas por mil 50 millones de dólares. Lo anterior, pues hubo que aplicar un sacrificio masivo para evitar su propagación.
¿Qué medidas se deben aplicar?
Cabe destacar que Chile posee trece millones de aves ponedoras. Al respecto, el expositor José Miguel Correa, médico veterinario y asesor de CHILEHUEVOS, indicó “que hay que gestionar el riesgo. Hay que comunicarlo para saber qué hacer. A los productores avícolas se les recomienda evitar el tráfico de aves, evitar el tráfico de gente, tener cercos perimetrales para impedir el ingreso de aves caseras que puedan ser una muy buena fuente de infección, desinfectar vehículos, etc. Lo importante es que todos tratemos de que no ingrese esta enfermedad. Hoy estamos mejor preparados que ayer, pero sin dudas que quedan muchas cosas por hacer todavía. Estamos a tiempo”.
En relación a las medidas que se pueden aplicar al interior de las empresas, señaló que la protección interna de las industrias debe ser prioritaria contra las aves migratorias o de aves domésticas que en algún momento puedan ingresar.
En el mes de octubre, el SAG realizó un censo de aves migratorias desde el hemisferio norte, la que arrojó resultados negativos a esta enfermedad, pero se espera que durante noviembre aumente el arribo de aves migratorias por las buenas condiciones climáticas, ideales para estas especies. Por ello el SAG tiene contemplada la realización de una serie de actividades atingentes al control y vigilancia durante los meses venideros.