Una importante cantidad de recursos para recuperar el potencial productivo de 728 hectáreas de suelos agropecuarios degradados entregaron a 184 agricultores de las provincias de Huasco y Copiapó, el Subsecretario de Agricultura, Claudio Ternicier, y la Intendenta Alexandra Núñez.
Se trata de casi $500 millones que provienen del Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), un instrumento de fomento que desarrolla el Ministerio de Agricultura, a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), hace 20 años en todas las regiones del país con el propósito de apoyar labores de mejoramiento de la calidad de la tierra, tales como aplicación de guano, establecimiento de alfalfa, nivelación de terrenos, arado, cincel, aplicación de compost, cercado, entre otras.
Así lo explicó la autoridad durante la ceremonia realizada en Copiapó, donde participaron más de 80 agricultores beneficiados y autoridades locales. “Tenemos que despertar la conciencia de los chilenos para cuidar los recursos naturales y la productividad que éstos nos otorgan”, indicó a los asistentes Ternicier.
“Esto permite que los suelos permanezcan fértiles, se hagan más productivos y con esto se favorezca la producción de alimentos de aquellos agricultores que nos proveen todos los días de aquellos productos que enriquecen nuestra mesa”, agregó.
Además, el Subsecretario se refirió al trabajo impulsado por el Gobierno en la Región de Atacama para sobreponerse a las consecuencias de la emergencia tras los aluviones. “Esto ha permitido mantener la actividad agrícola en la zona gracias a una herramienta del SIRSD-S que surgió a raíz de los aluviones y que permitió quitar el lodo en los predios”, enfatizó.
Al respecto, la Intendenta Núñez agregó que esta herramienta adquirió una importancia fundamental para enfrentar las emergencias regionales, porque así se pudo recuperar las tierras dañadas con el lodo y mejorarlas para su aumentar su productividad. “En una región que pretende diversificarse, donde la agricultura es valorada como una actividad con mucho futuro, donde además trabajan muchas personas, ha sido foco principal del Gobierno aportar el desarrollo de esta importante actividad", explicó.
Angelo Ghiglino, productor de Copiapó y beneficiario del programa gubernamental por medio del SAG señaló que “acceder a estos beneficios hace sentirnos apoyados” y espera que puedan mantenerse en el tiempo. En tanto, René Toro, productor de Tierra Amarilla, explicó que los agricultores de su zona tuvieron una respuesta rápida del INDAP para enfrentar la catástrofe y así volvieron a producir.
Cabe destacar que según el perfil del agricultor que postule, ya sea al INDAP o SAG, el financiamiento varía.
En el primer caso, se busca recuperar el potencial productivo de los suelos agropecuarios degradados y mantener los niveles de mejoramiento alcanzados en los predios de la Agricultura Familiar Campesina. Por ello, INDAP financia hasta un 90% del costo total neto para la realización de labores y/o prácticas de acuerdo a la tabla de costos vigente del programa. También, financia el costo de la asistencia técnica requerida para la formulación y, cuando corresponda, la ejecución de los planes de manejo. El porcentaje restante deberá ser aportado por el postulante.
Mientras que en el segundo caso, financia hasta un tope máximo de 160 unidades tributarias mensuales (UTM) por beneficiario, es decir más de $7 millones y los planes a desarrollar deben contar con la asistencia técnica de un operador acreditado ante el SAG, de manera de resguardar la sustentabilidad ambiental de los suelos. Puede postular todo productor o productora que no califique como usuario de INDAP, sin límite mínimo de superficie a postular, pudiendo ser propietario, arrendatario, usufructuario o mediero, entre otras figuras.