Las infracciones más comunes son por adición de agua y uso de endulzantes y preservantes no autorizados.
Independencia, 9 de septiembre de 2016.- Con el objetivo de velar por el cumplimiento de las disposiciones de la Ley de Alcoholes y su reglamento, el Ministro de Agricultura, Carlos Furche, junto al Director Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Ángel Sartori, y fiscalizadores de este organismo del Ministerio de Agricultura, visitaron el tradicional local “Las Pipas de Einstein”, ubicado en la comuna de Independencia.
Esta iniciativa tiene como objetivo fiscalizar la correcta distribución de este tipo de productos, dado que durante la celebración de Fiestas Patrias se produce el mayor consumo de chicha del año en nuestro país.
Por esta razón, el SAG analizó la elaboración de este brebaje artesanal para garantizar su potabilidad y genuinidad, que no esté falsificado, alterado, adulterado o fuera de la norma. Fue durante la actividad, donde las autoridades tomaron muestras en botellas de vidrio del líquido obtenido desde las vasijas, cubas, barricas y recipientes en los que se realiza el proceso de fermentación, los cuales posteriormente fueron derivadas al laboratorio del organismo para su análisis.
Durante la actividad, el Ministro Furche destacó que “como todos los años, el SAG hace una fiscalización, en este caso de la chicha que se expende al público. Es conocido que septiembre, previo a Fiestas Patrias, es el mes de mayor venta y lo que nosotros hacemos es asegurar que la chicha que se consume está siendo entregada en las mejores condiciones posibles, sin ninguna adulteración, de manera de ayudar a celebrar sanamente las Fiestas Patrias. La idea es poder mostrar esto que es tan típico de nuestro país, y parte de nuestra responsabilidad es garantizar que sea un producto que permita un consumo saludable, y al mismo tiempo muy simbólico de nuestras tradiciones”.
La autoridad agregó que “a diferencia del vino -que viene cerrado- la chicha se vende sin mayores restricciones, casi a granel, y por tanto, que el producto sea de la calidad que debe ser de acuerdo a las especificaciones para producir chicha, es fundamental. Si esto tuviera algún tipo de alteración, pudiera ser un problema para la salud de las personas, entonces es doble responsabilidad fiscalizar esto”.
Al respecto, el Director Nacional del SAG recalcó que “es conveniente que cuando las personas adquieran y consuman chicha, tengan en cuenta que ésta no debe tener ningún olor extraño, sabor a sacarina o partículas en suspensión. Y en el caso de tener dudas, pueden exigir que se les informe el lugar de procedencia y se muestre la documentación de respaldo”.
Las prácticas no autorizadas, y que constituyen las infracciones más comunes detectadas por el SAG en la etapa de producción, son la adición de agua, el uso de endulzantes artificiales no permitidos, el uso de preservantes y la elaboración de chicha a partir de materias primas no autorizadas.
Los infractores se exponen a sanciones que van desde la destrucción de toda la partida muestreada, hasta el pago de una multa máxima de 150 UTM. En el caso de reincidencia, el SAG puede ordenar la clausura del local.
Datos de producción nacional
En el ámbito nacional, se estima que la producción de chicha supera los 660 mil litros, destacándose como una de las principales regiones productoras la de Maule, con 386 mil litros aproximadamente, seguida del Biobío con más de 223 mil litros y la región Metropolitana con una producción de 35 mil litros.