La primera certificación orgánica a una comunidad de un pueblo originario fue entregada por el Director Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Ángel Sartori, al Lof (familia) Miguel Yevilao, de la comuna de Tirúa, reconociendo así el trabajo que vienen realizando desde tiempos ancestrales en agricultura ecológica. “Esta comunidad es un ejemplo de lo que se puede realizar en conjunto. Ellos desde tiempos atávicos han trabajado bajo los principios de la agricultura orgánica y para optar a esta certificación incorporaron aspectos de la normativa legal vigente, logrando así este reconocimiento”, destacó Sartori.
Al respecto, el alcalde la Tirúa, Adolfo Millabur, señaló que “ésta es una muy buena noticia, ya que pone en la vitrina una forma de producir los alimentos de manera ancestral, que hoy lo llaman agroecología, y que producto de los cambios que han debido enfrentar las comunidades a lo largo de los años se ha ido perdiendo como costumbre. Lo importante es que la comunidad Miguel Yevilao lo está fortaleciendo, recreando y dejando en evidencia y eso es una especie de faro para que otras comunidades comiencen a seguir esta ruta”.
Por su parte, Segundo Yevilao, presidente de esta comunidad, indicó que “para lograr esto hubo un arduo trabajo de hartas personas de la comunidad, que se comprometieron a sacar adelante esta labor. No es fácil, hay mucha reglamentación que debemos ir entendiendo y que junto con personas capacitadas que nos han ayudado, hemos podido lograr esta certificación, que es de nuestras tradiciones. También el trabajo en conjunto con el SAG, su apoyo. Queremos que las nuevas generaciones entiendan que podemos seguir viviendo con la práctica de nuestras costumbres. Estamos orgullosos, contentos de este logro y que las autoridades se den el tiempo de visitarnos, de conocer nuestro trabajo”.
La incorporación del Lof Miguel Yevilao como Organización de Agricultores Ecológicos (OAE) al Registro de Organizaciones de Agricultores Ecológicos que lleva el SAG, surge de la necesidad de diferenciarse y otorgarle un valor agregado a los productos de la comunidad. Esta cuenta con un Sistema de Control Interno y un Manual de Procesos que le permiten llevar a cabo la gestión de auto-certificación, validada por el SAG, a través del cumplimiento de la Ley de certificación de productos orgánicos N° 20.089 y su reglamento. Asimismo, esta normativa legal permite utilizar en forma homóloga las expresiones “orgánico”, “ecológico” o “biológico” para referirse a la producción orgánica certificada a través de la OAE, habilitándolos para hacer uso del sello orgánico que entrega el SAG en los productos que comercialicen.
Dentro de la estructura de la comunidad existe un Comité de Certificación y 3 personas que cumplen la función de Inspector Interno, verificando en terreno el cumplimiento de la normativa orgánica en cada predio. La superficie de producción promedio en rotación es de 300 metros cuadrados para cada uno de los 6 agricultores que componen esta organización de agricultores ecológicos, y en todos ellos se desarrolla la producción de hortalizas, principalmente al aire libre.
Esta comunidad está ubicada en el sector Ponotro, Tirúa y posee una superficie de 147 hectáreas, principalmente de uso forestal. Su principal característica es la mantención de su estructura ancestral, es por ello que se refuerza el concepto de Lof, donde cada miembro tiene un espacio en la comunidad, tanto en las funciones como en las responsabilidades. Actualmente cuenta con 71 miembros, pertenecientes a 51 familias.