El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) hace un llamado urgente a los turistas y viajeros que visitan Rapa Nui a no ingresar productos prohibidos a la isla, con el fin de proteger su biodiversidad. Las estrictas medidas de control establecidas por el SAG buscan prevenir la entrada de plagas y enfermedades que podrían poner en peligro el equilibrio ecológico de este valioso patrimonio natural.
Rapa Nui ha sido declarada libre de las principales enfermedades apícolas a nivel mundial, destacándose como una zona de alta sanidad. Sin embargo, el ingreso de productos apícolas, agrícolas, y otros materiales vegetales o animales prohibidos representan una amenaza latente.
"Les pedimos a todos los turistas que revisen la lista de productos restringidos antes de viajar", señaló el Director Nacional del SAG, José Guajardo Reyes. "El ingreso de cualquier producto no autorizado podría tener consecuencias devastadoras para la flora y fauna de la isla, que ha evolucionado en aislamiento durante siglos".
Todos los productos derivados de la miel, como la cera, la jalea real, el propóleo, el polen, entre otros, además de madera, piñas, paltas y papas, tienen prohibido su ingreso a la isla, ya que representan un riesgo de introducir enfermedades que están presentes en el resto de Chile, pero no en Rapa Nui.
"En Rapa Nui tenemos un ecosistema extremadamente vulnerable. El cambio climático nos ha permitido entender la importancia de cuidar nuestro entorno, y es vital que transmitamos a nuestros visitantes el trabajo que realiza el SAG en la protección ambiental. Este mensaje debe llegar al mundo entero, para generar conciencia sobre la preservación de nuestro hermoso territorio", comentó Elba Hey, agricultora de Rapa Nui.
Como otra medida de protección el servicio instauró por primera vez en Rapa Nui la Brigada Canina del SAG. Este nuevo equipo, que se desempeña con canes y guías en el control de productos de origen vegetal y animal en los puntos de ingreso al territorio insular, “es un paso importante para fortalecer la protección fito y zoosanitaria de esta zona tan valiosa, permitiendo una vigilancia más efectiva y sistemática contra posibles amenazas a la biodiversidad local”, comenta el director.
El SAG reitera que cumplir con estas normativas no solo es un deber legal, sino una forma de colaborar en la preservación de Rapa Nui para las futuras generaciones.