Desde la detección del primer caso de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) H1N5 en diciembre de 2022 en nuestro país, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) declaró una Emergencia Zoosanitaria en todo el territorio nacional. Esta medida desencadenó la ejecución de la campaña sanitaria más extensa que haya enfrentado el SAG hasta la fecha.
A pesar de los esfuerzos, la Emergencia Zoosanitaria aún se mantiene vigente. En agosto de 2023, Chile se declaró oficialmente "País Libre de Influenza Aviar en aves de corral". Este logro fue posible gracias al arduo trabajo conjunto del SAG y el sector privado, que lograron controlar todos los brotes de la enfermedad en instalaciones avícolas, permitiendo la reapertura de mercados que previamente se habían cerrado.
“Este hito no solo representó un triunfo en términos de salud animal, sino que también facilitó la reanudación de las exportaciones de productos avícolas, reviviendo sectores económicos que se vieron afectados por el cierre de mercados internacionales”, comentó el director nacional del SAG, José Guajardo Reyes.
La autoridad explica que: “En septiembre de 2023 comienza la temporada de migraciones y cientos de aves siguen llegando desde el hemisferio norte a nuestro país. Este flujo aumenta el riesgo de transporte del virus de influenza aviar, una panzootia que afecta a nivel mundial, siendo las aves silvestres migratorias su principal medio de dispersión”.
Por esta razón es que el SAG está implementando el proyecto "Seguimiento de las rutas y elaboración de mapa de dispersión espacial de aves silvestres", con el objetivo de conocer las rutas de vuelo, los sitios de nidificación y concentración de aves silvestres, así como su georreferenciación. Esto permitirá establecer un mapa de riesgo de influenza aviar asociado al contacto que estas aves tienen con aves de traspatio, centros de producción intensiva y áreas de concentración de avifauna.
Se han instalado exitosamente dispositivos GPS en golondrinas de mar, gaviotas garumas y gaviotín chico en la región de Tarapacá, y próximamente se llevará a cabo el mismo procedimiento en otras aves de las regiones de Maule, Biobío y Magallanes. Estos dispositivos son los más livianos del mercado, con un peso que no supera los 1,2 gramos, asegurando que no afecten el vuelo del ave.
En la fase final de este proceso, las aves son liberadas en el mismo lugar donde fueron capturadas, garantizando que se encuentren en condiciones óptimas para continuar su periodo reproductivo. Este enfoque no solo proporciona valiosa información sobre las rutas y comportamientos de estas especies, sino que también permite minimizar el impacto en su hábitat natural.
Mirando hacia el futuro, la recopilación de datos a través de estos dispositivos GPS facilitará la focalización de muestreos de seguimiento de enfermedades y la identificación de zonas de riesgo, contribuyendo así al cuidado y manejo efectivo de las poblaciones de aves silvestres en distintas regiones.