Región de Antofagasta 19/01/2015 Las características climáticas presionan desde tiempos remotos a los grupos humanos que han habitado Chile. Esta relación es tan fuerte e intensa, que genera modos de vida cotidianos que constituyen la cultura de esos pueblos. Elementos que se mantienen hasta nuestros días, tales como: fiestas típicas, comidas, actos religiosos, sistemas de producción agrícola, entre otros muchos.
El norte de Chile, es fiel reflejo de lo señalado, especialmente en la Región de Antofagasta. En este lugar, sobre el desierto más árido del mundo- donde hay zonas sin precipitaciones – hoy existe una superficie agrícola reducida a 2.296 hectáreas. Esta representa el 0,2% de la superficie regada en Chile, con una agricultura menoscabada frente a la minería, comercio y turismo, pero vinculada directamente a estas actividades por medio del sustento alimenticio, aporte de fuerza de trabajo y actividades productivas agropecuarias, que mantienen una unidad cultural con toda la Región, fortaleciéndola frente al país y al mundo por medio del turismo.
El Estado de Chile, a través de la Ley 18.450, fomenta y apoya la inversión y el aumento de la superficie de riego y el mejor uso del agua. El objetivo es vitalizar la agricultura, y a los agricultores, generalmente pequeños, de agricultura familiar campesina, considerando una fuerte presencia de la mujer y de etnias, principalmente: Likanantai (Atacameños) en San Pedro de Atacama; y Quechua y Aymara en otras localidades.