Como parte de la nueva estrategia del Programa Nacional de Lobesia botrana (polilla del racimo de la vid), el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, decidió sumar a las regiones de Los Ríos, Los Lagos y Aysén.
Lo que el organismo del agro persigue con esta medida es ampliar la vigilancia específica para esta plaga hacia otras especies, como los arándanos, con el objetivo de prevenir su distribución hacia el sur, dado que hasta ahora las acciones se concentraban entre las regiones de Atacama y del Biobío, donde existen brotes de ésta asociados a vid.
Para el presente año, el SAG dispone de un presupuesto de 7 mil millones de pesos para hacer frente a esta plaga y proyecta instalar cerca de 35 mil trampas desde las regiones de Atacama hasta Aysén, lo cual significa un aumento en más de 10 mil trampas respecto a las instaladas el año 2013. Esto en atención a que Lobesia botrana ha ido aumentando su nivel poblacional en la última temporada.
En reunión sostenida en Puerto Montt, Grisel Monje, directora ejecutiva del Programa de Lobesia Botrana indicó que las tres regiones que concentran la mayor presencia de brotes de la plaga con la Metropolitana, O´Higgins y el Maule.
Cabe destacar que las primeras detecciones de la polilla de la vid fueron efectuadas por el SAG en abril de 2008 y desde entonces la labor sanitaria del Servicio sobre esta plaga se había concentrado principalmente en la zona norte y centro del país.
Monje señaló que “esta plaga afecta principalmente a las producciones de uva, sin embargo ha habido algunas detecciones en otras especies frutícolas de exportación como los arándanos. Por lo cual puede llegar a causar un grave impacto en la agroindustria”.
Por su parte, Andrés Duval, Director Regional del SAG Los Lagos, sostuvo que “la plaga Lobesia botrana es un problema país y en ese contexto se incluye en la estrategia de contención y erradicación a las regiones del sur, por el posible nivel de riesgo del avance de la plaga a nuevos territorios y hacia hospederos secundarios como los arándanos y las ciruelas”.
La autoridad regional explicó que la inclusión de las regiones del sur a este programa sanitario cobra especial relevancia para las regiones de Los Ríos y de Los Lagos que son importantes productoras de arándanos, y por cierto para la Región de Aysén donde se cultivan otras especies frutales como los cerezos”.
Duval señaló que la superficie de vid cultivada en Chile supera las 182 mil hectáreas, entre variedades pisqueras, de vinificación y vid de mesa. En tanto que, para el caso de los arándanos, la Región de Los Lagos posee el 18% de la superficie país.
Asimismo, Duval sostuvo que se está modificando la normativa vigente sobre el control de esta plaga en el país “la idea es que el marco legal permita al SAG actuar de manera eficaz en acciones de fiscalización y donde se detecte la plaga”. El profesional puntualizó que “el reforzamiento de las acciones de vigilancia en la región busca mantener la actual condición de ausencia de la plaga lo que entrega ventajas comparativas a la producción de arándanos en la zona, situación sanitaria que nos interesa mantener”.
Efectos de la plaga
Los efectos productivos de la plaga sobre el cultivo de uvas que el SAG ha observado son principalmente la destrucción de la fruta por efecto de las larvas del insecto y la generación de pudriciones. Además, de la pérdida casi total en los parronales caseros sin control de la plaga.