Descripción
Huevos: Generalmente aislados, de forma redondeada, aplanados y de 1 mm de diámetro aproximadamente. Son de aspecto translúcido, a veces con tonos amarillentos y brillan con la luz del sol. Al final de su desarrollo se distingue la cápsula cefálica o cabeza negra de la larva a punto de emerger.
Larva: Pasa por 5 estadíos con tamaños desde 1 mm a emergencia hasta 12 a 15 mm cuando está completamente desarrollada. Al emerger, la larva es color blanco cremoso con la cabeza café oscuro a negro, y a medida que se va desarrollando la cabeza se torna café claro y el cuerpo verdoso amarillento, a veces algo café o grisáceo, dependiendo del contenido intestinal. Tienen movimientos muy ágiles y al ser “molestadas” se descuelgan con un hilo sedoso.
Pupa: Mide entre 4 a 9 mm de longitud y se encuentran escondidas debajo de la corteza, en pliegues de las hojas, en refugios de los racimos o en el suelo, generalmente envueltas por un capullo blanco sedoso.
Adulto: Mide 6 a 8 mm de longitud. El primer par de alas tiene un jaspeado característico con manchas café, azul grisáceo y negras, alternando con zonas claras.
Ciclo de vida y daño
En Chile la plaga presenta 3 generaciones con daños característicos en cada una de ellas.
1ª Generación: Floración
El vuelo se inicia a principios de septiembre. En esta generación, las hembras fecundadas depositan los huevos sobre los botones florales y la larva penetra en su interior alimentándose de la flor, destruyendo el botón. Luego ataca otro botón próximo, así varios quedan unidos mediante unos hilos sedosos segregados por la larva, formando una aglomeración o “glomérulo” fácilmente reconocible.
2ª Generación: Baya verde
El vuelo ocurre principalmente en diciembre, y en esta generación la hembra deposita los huevos sobre las bayas verdes. La larva penetra en su interior alimentándose de la pulpa, al mismo tiempo produce hilos sedosos con los que une varias bayas que presentan perforaciones y restos de excrementos.
3ª Generación: Maduración
Los huevos son depositados de nuevo sobre bayas, en esta época bien desarrolladas y en maduración. Las larvas forman especies de “nidos” alimentándose de una baya a otra y emitiendo sedas entre ellas. Se observan bayas deshidratadas, perforaciones, hilos sedosos y excrementos. Adicionalmente, el daño favorece la infección de Botrytis y otros hongos secundarios, produciéndose pudriciones. En Otoño las larvas dejan los racimos para pupar normalmente bajo la corteza, donde pasan el invierno (diapausa).